Sutilezas animadas

Nacho, recién llegado de un largo viaje, tenía ganas de ir a la Galería Moriarty a ver al joven [porque es de mi quinta] dibujante/artista Juan Zamora, que desde 2005 con apenas 23 años no ha dejado de exponer en prestigiosas galerías e instituciones, me gusta su obra y eso que apenas le acabo de conocer.

En esta exposición, Cuando aire y nubes, nos acerca a la animación lejos de los grandes efectos tecnológicos para adentrarse en la intimidad, en lo pequeño, en lo sutil... Tiene como tema central su nube-cerebro y precisamente ese es el título de la obra más representativa de la muestra que consiste en un espacio oscuro, con una vela encendida de algo más de un metro de longitud, la luz que emite proyecta la sombra de una nube recortada suspendida del techo sobre la pared dentro de la cabeza de un personaje dibujado en ésta. La animación: pues se produce por el ir y venir del público que mueve el cerebro suspendido y por el consumo de la vela que hace que la sombra vaya subiendo a medida que se agota ésta. ¿Inteligente no?

El resto son pequeñas proyecciones sobre cuadernos del artista con pequeños movimientos, cambios de los dibujos como uno de ellos que únicamente mueve un pie, el piar de un pájaro, otro espirando e inspirando... Los dibujos son cercanos a lo infantil en sus trazos de carbocillo, bidimensionales... pero provocativos en su contenido... con genitales masculinos por todas partes, animales deformes, personajes idiotas...

Nacho salió revuelto de esta exposición a mí no me impactó tanto pero ahí quedó en la memoria.

Tela rosa para vestir

No fui muy original, pero me pareció tan cursi el título de la expo que lo dejo para el post y es que me pasé por la Fundación Telefónica [en estas primeras horas perdidas de paro] a ver las fotografías de Helena Almeida, una colección de los últimos 30 años de sus obras donde lo más destacado es la mezcla que la lisboeta hace entre fotografía y pintura, pero no tipo Ouka Lele sino algo más sofisticado, más elegante, simplemente pinceladas muy bien puesta.

Me gusta ver evolucionar el físico de la artista siempre protagonista de sus obras, ese retrato de performances íntimas, realizadas especialmente para la cámara, esa mezcla perfecta entre la fotografía en blanco y negro de enormes proporciones con intensos brochazos en rojo o azul. Muy interesante.

También pasé ayer por la Fresh Gallery y aunque me quedé sin dibujo de Sarabia que llevaba prisa y perdí de vista a Rafa Doctor, ¡Topacio es grande!