Porto a la contemporánea

El paseo, cerca de hora y media desde el centro, hasta la FUNDACIÓN SERRALVES [léase el Museo Contemporáneo de Porto] fascinante. Temprano, pescadores y ciclistas en marcha, la larga orilla del río Duero buscando la desembocadura, vías de tranvía y mucho bloque decadente.

El edificio repetitivo en este tipo de casos, blanco nuclear, líneas rectas, demasiado rectas, con librería, tienda, taquillas, auditorios y cuatro plantas con accesos difíciles de encontrar, aún así el lugar perfecto para la reflexión. Me encantan esas enormes salas con diminutos contenidos.

Tocó una exposición titulada LOS 80 centrada en la revolución que durante aquella época sufrió el arte en general que caminaba imparable hacia la postmodernidad, aunque en esta ocasión parece más una recopilación de piezas aisladas y algunos artistas estrellas que una muestra bien vertebrada.

Destaco de las cuatro plantas, además del restaurante con un bufé frío carísimo, la obra SANTA CLAUSES [1986] de MIROSLAW BALKA compuesta por cerca de un centenar de papás noeles dispersos por la sala que se dirigen a contemplar a un Santa Claus ahorcado. La conexión que hice es con nuestro pasado cristiano donde los Reyes Magos van en busca del niño recién nacido como en una larga peregrinación; además hace una clara referencia al consumismo que esas figuras representan ya que todas ellas van fuertemente cargadas con sacos.

Más que una obra concreta allí me topé y no me podía despegar de esos tres o cuatro metros cuadrados con cuatro obras del maestro GUILLERMO KUITCA gracias al cual hace ya unos cuantos añitos y tras ver una exposición suya en el Palacio de Velázquez [Madrid] me empecé a interesar por el arte del siglo XX. Pude contemplar una de las piezas que también vi en esa exposición que comento, BED [1989]. Como la inmensa mayoría de las obras que me interesan me atrapa por su conexión con la tierra, con lo matérico.

En el plano de la curiosidades las obras de LUC TUYMANS, CUADERNOS [1985], donde prepara los lienzos como si fueran viejos cuadernos de rayas o de cuadros y posteriormente pinta encima como si fuera una hoja de papel de las del colegio pero a una escala enorme. Igualmente interasante son las esculturas de JIMMIE DURHAM que parecen siempre al límite de caerse al suelo y empleando materiales de desecho. Igualmente interesantes son las vídeo-creaciones [apenas tres en toda la muestra] de no recuerdo quien.

A la salida enormes jardines, perfectamente diseñados, casi cursis al estilo MANOSTIJERAS.

P.D.: de vuelta, además de comer en restaurante a la orilla del Atlántico con camarero de orejas de soplillo, estuve tiempo y tiempo en la mejor plaza de Porto para mí, Plaza Batalha, skaters, cafés, teatro y ambiente malasañero.